Conclusiones

A principios de la década del siglo XX, más de 30 familias del Barrio Marítimo de Tarragona, subsistían gracias a la pesquería del atún rojo. Este hecho los permitía sustentarse durante la temporada de la captura, actividad que se prolongó durante muchos años hasta la absurda implantación del Reglamento ARM/1244/2008, ley que prohibió la pesca artesanal.

Si estos datos se multiplican por el número de puertos pesqueros de nuestras comarcas costeras (Calafell, Torredembarra, Cambrils, L’Admetlla de Mar, L'Ampolla, Sant Carles de la Ràpita, Las Casas de Alcanar), el resultado obtenido respecto a los pescadores y otros profesionales vinculados a la captura, venta y comercialización del pescado, sería significativamente considerable. Si aquí también le sumamos los puestos de trabajo directos que reportaba la actividad, nos daría cifras altamente abrumadoras, muy por encima de los 200 puestos que hoy aseguran los reporta un único grupo empresarial dedicado a la pesquería y engorde del atún, beneficiario en exclusiva del cuestionado Reglamento. Se evidente que estos datos desmienten uno de los principales argumentos de la ley, cuando asegura que la pesquería del atún rojo por medio de los barcos de cercamiento proporciona más puestos de trabajo que la capturada artesanalmente.

Una pesquera histórica, milenaria y artesanal

La pesca con línea de mano es una pesquería con tradición que mejor proteje al atún rojo del Mediterráneo en contraposición a la sobreexplotación provocada por los barcos de cerco. A los pobres artesanales se los ha quitado el permiso de poder pescar atún rojo, siendo esta una pesquería histórica milenària y artesanal; selectiva, sostenible y responsable con la especie. La Administración Central les aumenta la cuota a los barcos de cerco y se las quita a los artesanales o artes menores del Mediterráneo. En consecuencia, se tendrían que volver a las viejas modalidades de pesca, es decir, históricas. Los artesanales dan más trabajo con menos consumo de gasóleo y menos emisiones de CO2 a la atmósfera. También hemos perdido en sostenibilidad y en la calidad de la especie. No resulta lo mismo consumir un atún pescado con anzuelo y salvaje que el engordado en jaulas.

Peligro de exterminio del pescado azul (sardina y boquerón) en nostras costas

Desde principios del presente siglo, la pesquería de la sardina en nuestras costas a disminuido un 75%. Este dato coincide exactamente con el año que fueron instaladas las jaulas de engorde en nuestras costas. ¿Por qué señalamos este hecho?. La respuesta bajo nuestro parecer se evidente. El atún es un pescado depredador por excelencia. Un auténtico devorador. Si instalamos jaulas para mantenerlos cautivos en una zona determinada, su presencia esquivará el pescado del cual se alimenta. Ya sabemos que el agua se 4,5 veces más transmisora que el aire. Es decir, bajo este elemento el sonido viaja a una velocidad de 1.493 m/s . En este sentido podríamos poner un ejemplo muy entendedor y a la vez comparable. Si en medio de la Sabana africana se instala una jaula con miles de leones hambientos, con toda seguridad que no encontraremos un animal vivo a cientos de kilómetros a la redonda. Pero no queremos argumentar sin demostrar. Para dar fè de lo dicho publicamos a continuación un gráfico donde se demuestra el descenso de capturas, hasta casi la exterminación, de pescado azul, en concreto de la sardina, que ha sufrido nuestra costa y que insistimos, coincide con la instalación de las jaulas de engorde en nuestro litoral.

 

Gráfica indicativa de las toneladas de sardina capturada

en el Puerto de Tarragona del año 2003 hasta el 2012.